viernes, 13 de septiembre de 2013

El cambio de una vida por una enfermedad

EL CAMBIO DE UNA VIDA POR UNA ENFERMEDAD-EL  VIH



-Hola mama.


-Hola


-Tengo algo que decirte, me hice unas pruebas y acabo de recoger el resultado.


-¿Pruebas, qué pruebas?


-VIH.


-¿Cuál ha sido el resultado?


-Positivo, tengo miedo mama, no sé que me va a ocurrir.


-Lo primero que vamos a hacer las dos es mantener la calma, tenemos que ir al médico, es quien mejor te puede ayudar, tus defensas están muy bajas y cualquier resfriado o infección podrían ser  fatales para ti.


-Mama, ¿Qué es el  VIH?


-Un virus,  la diferencia con de los demás,  su misión es dejar al cuerpo sin defensas impidiendo así que pueda defenderse del mínimo virus que se introduzca en tu organismo.


-¿Qué será lo primero que me ocurra?


-Posiblemente perderás peso, tendrás fiebre, nauseas, te dolerán las articulaciones, la cabeza, no te preocupes hoy en día existe tratamiento,  has hecho lo mejor, será duro pero te pondrás bien.


-Mama, ¿debo decírselo a mis amigos?


-Primero debes de empezar por explicarles que no es una enfermedad que se contagie con solo tocarles, que solo se trasmite por relaciones sexuales sin precaución, por transfusiones, por  medio de agujas  o que se trasmite de una madre a su hijo por medio del pecho, si crees que lo comprenderán hazlo.


-Mama ¿me curare?


_No, esta enfermedad siempre estará contigo, no significa que vayas a morir ni mucho menos, te pondrán medicación, deberás tomarla  toda tu vida, el virus no desaparecerá de tu cuerpo pero hará que su duplicación sea bastante más lenta. Tu eres joven la gente vive muchos años con esta enfermedad sabiendo que debe tomar su medicación y cuáles son sus límites. También es importante que asumas  la enfermedad, cuanto antes lo hagas antes podrás  intentar hacer una vida normal, rechazarla solo haría que te deprimieras y te quitaría fuerzas para luchar contra ella.

Recuerda siempre una cosa, tu familia siempre estará contigo.






1 comentario:

  1. Apoyo, comprensión, solidaridad...
    Besos.
    Muy buena entrada, Enmanuell.

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