jueves, 2 de julio de 2015

Anoche, soñé contigo.


La pasada noche soñé contigo, si… contigo.

Era el final de un viaje hecho con delirio, un viaje prohibido.

Llegué sola a la terminal, nadie me esperaba en mi destino, era lo pactado, nadie debía verme contigo.

De camino al hotel, repetía el pacto admitido, vendrías a verme, solo  cuando tus obligaciones te lo hubieran permitido.

La oscura habitación me recibió, reteniendo mi suspiro, este sería nuestro nido, el lugar donde cumpliríamos, todos nuestros deseos prohibidos.

Las horas pasan, el calor inunda mi cuerpo desfallecido, una ducha será mi alivio.

Sábanas de seda cubren el lecho que compartiré contigo.  En la penumbra de la habitación, deslizo mi cuerpo sobre ellas, dejándome seducir por el dulce tacto que eriza mi piel.

Mi piel te llama a gritos, recorriendo el camino con mis manos que será tu delirio.

Mis labios sedosos, sueñan con rozarse contigo, mis dedos temblorosos simulan un beso compartido.



Recorro mi cuello, con calma y regocijo, me estremezco poco a poco, mis pechos esperan con premura la atención que yo les dedico.

Mis dedos humedecidos, acarician con mimo, aureolas encarnadas, deseando tus mordiscos.

Mis piernas se contraen, dejando a flote el primero de mis gemidos, recorro mi cuerpo llegando a mi ombligo.

Círculos de placer despiertan pasiones escondidas en mi olvido, mi clítoris excitado las recibe con desesperación y mimo.

Me dejo seducir, mis dedos inundan mi delirio, mis gemidos son continuos,  convulsiones implacables recorren mi cuerpo dolorido.

Siento tu presencia, tu mirada disfrutando, mi  deseo contenido.

En lo más oscuro de la habitación,  tu sonrisa y tu mirada, me agradecen lo disfrutado contigo.

Si, anoche soñé contigo.

Enmanuell L 2 de Julio de 2015





1 comentario:

  1. Excelente relato... tan vivo que quizás sea yo quien sueñe esta noche contigo.

    Besos Carnales.

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